domingo, 20 de marzo de 2016

Haruki Murakami - Baila, Baila, Baila

Antes de hablar de la novela en sí, quiero hacer un balance de mis experiencias con el autor. Murakami es un escritor muy completo, quién puede negar esto. Logra en cada novela que uno termine inmerso en su mundo, que es un mundo muy lejano del mundo real, guiado por una imaginación sorprendente y una prosa soberbia. Lo descubrí en 2012, llevado por el consejo de mi amigo Javier. Primero pasé por "Tokio Blues", novela interesante y entretenida, pero no deslumbrante. Luego, le tocó el turno a "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo". Se puede decir que aquí comenzó una etapa de fascinación con Murakami. La historia me pareció realmente sorprendente, muy creativa, muy diferente. El siguiente en caer fue "Kafka en la orilla", que rozó lo sublime para mi. Me pareció realmente genial, y no pude dejar de pensar en la misma por algunos meses. Luego fue "Al sur de la frontera, al oeste del sol", que me pareció un poco light, tal vez porque no tiene el nivel de otras de sus novelas, tal vez porque la vara estaba demasiado alta y las expectativas no fueron cumplidas. Pero como soy reincidente y porfiado, allá fui por más, con nada más y nada menos que "1Q84". Esto me reconcilió con Murakami. Si bien a primera vista puede parecer un poco extenso (consta de tres tomos), para mi no lo fue. Me pareció fantástico. Tanto es así, que he vuelto a caer en sus garras, llegando entonces el turno de "Baila, Baila, Baila".



Qué decir entonces sobre la novela que da lugar a esta reseña?. Que es entretenida sin dudas. Que está bien escrita también. Que es extravagante pero consistente también. Como toda novela de Murakami. Sin embargo, tras leerla he resuelto que por un tiempo pasaré de él. Porqué? Porque creo que en sus novelas, más allá de su gran imaginación, las historias me empiezan a resultar menos sorprendentes. Se repiten algunos argumentos. Por dar algún ejemplo, si bien no todos aplican a la novela de la presente reseña, se repiten argumentos como la conexión aparentemente inexplicable entre las acciones de dos o más de los personajes, el rol de los gatos, la idea del un mundo paralelo con mecanismos de entrada/salida que deben descubrir los personajes. Y ni que hablar de comentarios musicales y de comidas. Todo esto me ha llevado a pensar que con este autor ocurre lo siguiente: la forma en que te sorprendan las novelas depende del orden en que las vayas leyendo. Tal vez si la primera que hubiese leído fuera Baila, Baila, Baila, hoy le estaba haciendo una reseña de 10 puntos, pero dado que me he sorprendido previamente con otras (como Kafka en la Orilla), no la disfruté de igual forma. Por todo esto, creo que al menos por un par de años, haré abstinencia de Murakami.

Pero volvamos a Baila, Baila, Baila. El personaje principal es un redactor freelance, muy solitario, que resuelve tomarse unos días para buscar comprender algunos sucesos no resueltos de su pasado. Esto lo lleva a visitar un hotel en el cuál se alojó años atrás con quién fuera en ese entonces su pareja. En ese entonces, ella lo había abandonado sin motivo aparente, pero quedó siempre en su memoria como un suceso inconcluso. De aquí en más, se comienza a complicar la trama, según las normas de Murakami, donde aparecen vínculos inesperados entre los personajes y queda muy poco definido el límite entre lo real y lo imaginario. Como siempre, logra que no querramos abandonar la lectura hasta no llegar al final, donde parece que algo faltara, quedando en manos del lector darle la interpretación a algunos detalles.

En resumen, es una novela muy recomendable, de un autor excelente, del cual pasaré por algún tiempo!.


Mi calificación es: